Mi vida es un jardín personal donde cultivó diferentes pasiones, los hobbies, la familia, los amigos, la profesión, la pareja, mis dos hijos, Yo, y mi participación social.

 

Pueden agregar más cultivos, pero estos son los que tengo. Lo cierto es que el jardín requiere atención, cada parcela de él es una especie diferente y demandará un tiempo y forma de cuidado particular…en mi jardín estoy atenta a cada una de estas parcelas, cuidándose de forma activa el tiempo que mi salud me lo permite, solo cuando esta falto deje de estar todo lo presente en el para cuidarme, recomponerme y volver a mi jardín, volver a mi vida.

 

Me gusta mi vida, y como toda vida tiene áreas que se han desarrollado de forma más fácil que otras. Cuando no se han desarrollado de la forma en que pensé que estaría bien y afectó la belleza de mi jardín, busque ayuda para volver a sostenerlo. Mi conocimiento, mi amor y mi experiencia a veces no fue suficiente para atender todas las parcelas, así que pedí ayuda para poco a poco volver a hacer surgir  la belleza de mis flores.

 

El compromiso total con estas parcelas, la claridad de que todas pertenecen a mí totalidad de vida hace que el cuidado y crecimiento de él sea también el mío.

 

 Y qué pasa cuando me distraigo de vivir, porque también me pierdo de mi, es entonces cuando el dolor y la anestesia adormecen mi alma, y las flores del jardín quedan en un sueño que flota en mi mente y en mi corazón. ¿Y como he salido de este letargo? Recordando la dicha de disfrutar alguna de esas parcelas, en mi caso la de mis hijos, el añorar tanta felicidad, tanta vida, tanto amor, me dio una sacudida que me trajo de vuelta y poco a poco me fui recuperando, con raíces más profundas, con tronco más flexible y dejando mi interior libre para que el dolor pase y siga su curso, para que el sopor de mi sueño cumpla su tiempo de descanso y así se recupera a su tiempo cada una de las parcelas.. que es también mi recuperación.

 

La claridad de esta metáfora me permite vivir emocionada, motivada cada día, me hace crecer dentro de mi, madurar, y continuar disfrutando de los procesos que se dan a lo largo del gerundio de vivir, estoy viviendo, y mientras vivo participó activamente de la vida de los que me rodean.

 

Al ver esta metáfora, nos damos cuenta de los diferentes procesos que encara vivir. La tierra ha de ser aireada, ha de ser nutrida, las plantas florecen y a veces también se enferman y requieren más cuidado. La vida no se detiene cuando suceden adversidades, hay que sostenerlas mientras se genera una  transformación interna que nos haga volvernos más fuertes para recuperar el disfrute.

 

El establecer prioridades que van en función del amor sano que acompaña, respeta y cuida, de la atmósfera perfecta para que todo sane y vuelva al equilibrio.

 

Atiende al jardín sin ponerles tiempos y formas de florecer, vive y acompaña la vida de otros, mientras aplicas en primera persona estas cualidades para ti.