Saturno, un planeta que otorga madures durante su tránsito y que su forma de operar es considerada como restrictiva, carente y escasa, dándole así una connotación peyorativa a su paso. A mi entender y experiencia es un tránsito perfecto ya que con una duración entre dos a tres años otorga el tiempo prudente y perfecto para que un cambio sea sostenible en el futuro, de ahí que lo considere importante y positivo.

Ahora éste se encuentra surcando las extensas y profundas aguas de Piscis, un signo que abre las puertas de las almas para sanarlas, rompe los límites que nos separan a una realidad mayor y mucho más elevada de nivel de consciencia humana y espiritual. 

El panorama en fechas y tiempo de este tránsito es el siguiente, su entrada a Piscis se da este 3 de marzo del 2023, cuando recorrerá el primer decanato del signo, luego el 25 de mayo del 2025 cambia el signo de Aries hasta el 1 de septiembre que en su retrogradación vuelve a ingresar en Piscis, dejando totalmente este signo el 14 de febrero del 2026. Sera un tránsito más largo de lo usual, y en sus idas y venidas estará estableciendo diferentes contactos con otros planetas en el cielo, uno de estos será el que hace con Urano en Tauro con el que estará en tríonos muy importantes hasta finales del 2025 y principios del 2026.  Estos dos planetas han estado en íntimo contacto desde julio del 2022 y se ha visto reflejado en los temas de economía y clima mundial.

Piscis es el último signo zodiacal y esto hace referencia al complemento espiritual en la vida, donde se transciende todo lo material. Es el signo que representa la vida intrauterina pero también las vidas pasadas y de nuestros antepasados, temas muy difíciles aún de explicar y sustentar científicamente.

A nivel personal, hay que sumarle a este signo y a la casa XII el lugar donde están los enemigos ocultos, también las enfermedades psiquiátricas o físicas que ameritan reclusión, así como las cárceles. Son los lugares aislados como estos en que vemos el resurgir de un mayor entendimiento del sentido de la vida, ya que este es un signo que invita a la reflexión, por eso a veces nos aísla para sanar lugares de nuestra mente que sólo cada uno puede acezar y llevar al entendimiento. Es una casa que invita a la soledad, a la introspección.

Un planeta de estructura, donde ésta se basa no solo en estructuras materiales sino aquellas que, aunque no sean visibles a la vista, se puedan explicar con argumentos afirmativos de su existencia.

Saturno es un planeta considerado como el padre, ya que su energía representa protección y guía, pero obviamente como todo padre ha de mostrar el respeto a la autoridad. 

La autoridad se puede definir como el respecto hacia la vida, las personas, las divergencias, etc., pero ésta no se otorga, está, si no es un derecho que se gana cuando las acciones que se tienen hacen referencia a poseerla. No es una autoridad, por ejemplo, un empleado público cuya labor es el servir a la sociedad, pero sus acciones hacen ver que en lugar de ser un servidor abusa de su cargo, por lo que de ahí se deriva la pérdida de respeto que va de la mano con la coherencia.

Así que en este tránsito de un planeta adulto, auto afirmativo en volverse una autoridad porque sostiene la estructura necesaria para portarla, estará en un signo que además de su carga espiritual habla del aprendizaje alcanzado y puesto en marcha al final de nuestra vidas, porque a la casa XII se llega luego de haber transitado las 11 anteriores y haber aprendido de cada una de ellas, de nuestra mente, la  casa III, de las relaciones la casa VII, del valor de una estructura del día a día la casa VI y así sucesivamente, es como presentar el examen final donde se repasan todos los temas de la vida.

Saturno, obviamente al navegar las aguas de Piscis, hará surgir de éstas aquello que no aporta el orden sano, un planeta que construye y aporta estructura en un signo en el que se disuelven los límites, pareciera que no tiene nada que hacer, como darle estructura al agua, pues claro que sí, la vemos a diario con los ríos en la naturaleza, o con el vaso de agua que nos servimos a diario. Saturno sostiene el potencial del signo que transita otorgándole una autoridad, no per se, como la que pueden ejercer muchos padres, sino una autoridad ganada por la coherencia, por la bondad, por el bien hacer, por la humildad, una autoridad que lleva a mejorar lo que ya se tiene.

Si sumo a nivel global, en momentos en los que empieza una guerra más, donde el uso desmedido del poder se ha hecho presente cobrando vidas inocentes, tiene más sentido dos tránsitos poderosos, uno que esta por culminar el próximo año como es el de Plutón en Capricornio, el cual se ve como el fin de lo que es valioso y perdurable de cada uno, pero que también habla de gobiernos autocráticos. 

Si a esto le sumamos que el regente de CapricornioSaturno, está de visita en un signo donde se pide hacer las cosas bien, establecer orden y respeto para que la inclusividad se haga una realidad, es fácil entender el caos que se presenta y el dolor que emana de este.

Cierro con una frase de Martin Luther King que estuvo recluso años en la cárcel por temas políticos y que llego a ser un líder respetado en su país y el mundo entero.

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.” M. Luther King